¿Te ha pasado que las mejores ideas las encuentras en la madrugada? Das vueltas en la cama, tratas de callar tu cerebro para dormir, pero es definitivamente imposible. Inútil almohada que tampoco ayuda y la sábana que no hace su trabajo. No queda de otra que intentar “contar ovejas”, ver un “documental de National Geographic en español” o, bueno, ya que te das cuenta de que contaste cien ovejas y que viste una hora de un documental completo, son las 5 a. m. Ok, basta, es suficiente.
Te levantas, tomas un café —en mi caso con leche, porque no me gusta el café solo— y buscas tu laptop para sentarte a escribir esas ideas que solo llegan de madrugada; aquellas que, si no las escribes, grabas o realizas, seguramente terminarán por esfumarse y perderse, riéndose de ti por no haberles prestado atención.
Así es como estoy acá, escribiendo para anotar que siempre me ha gustado escribir y se acerca un nuevo año para empezar a hacerlo. Además de unir mi pasión por el diseño, mi querer transmitir lo que aprendo con otras personas que sepan apreciarlo y mi sueño de ser libre en tiempo para lograrlo, por fin siento que es el momento. Porque si no fuese ahora, ¿no sería nunca, o sí? No lo sé, pero es lo que siento y, a diferencia de otras veces, ya no importa el final. Lo que importa es disfrutar el camino con todo lo que pueda haber en él, malo o bueno.
Bienvenidos al mundo de emprender. Espero compartirles un poco de mi insomnio y recibir un poco del de ustedes para enseñarles, y que me enseñen también, cómo podemos ser felices y productivos haciendo lo que nos gusta, nos apasiona y siendo, por fin, dueños de nuestro tiempo.